De tal palo tal astilla, esa frase hecha cabe como anillo al dedo para describir a este personaje.
Armin Van Buuren ya desde la cuna empezó escuchando música, ya que su padre escuchaba varios géneros musicales por día, y podría decirse que fue él quién lo empujó definitivamente hacia ese rubro. También se interesó mucho por la tecnología y la computación, elementos que pasarían a ser cotidianos a lo largo de su vida.
Todo fue muy frenético para este holandés de 34 años, ya que a los 14 ya empezó a producir su propia música mediante un sampler comprado por él y un sintetizador prestado por su padre.
En la adolescencia se dio su paso más importante y a su vez llamativo, por la facilidad con lo que lo consiguió. Uno de sus ídolos musicales era Ben Liebrand, un DJ también holandés. Lo que hizo Van Buuren fue enviarle un demo con unas canciones y, para su sorpresa, la respuesta fue muy positiva: Liebrand quería trabajar con él, y al corto tiempo empezaron a producir y mezclar juntos. Solo un par de años después comenzó a trabajar en una discoteca muy reconocida en su país, llamada Nexus.
En 1995 se graduó en la escuela y se inscribió en la Facultad de Derecho. Ese mismo año produjo sus dos primeros éxitos: Touch Me y Communication. Su inserción en los primeros planos era a pasos agigantados.
En la actualidad Van Buuren tiene al mundo de la electrónica en sus manos.
Posee su propia firma discográfica (Armind), tiene su set como el más reconocido del mundo (A State Of Trance), es la figura principal del Trance, rama más popular de este estilo de música; y varios reconocimientos más. Vale remarcar que ha sido elegido el mejor DJ del mundo, según el ranking elaborado por DJ Magazine, consiguiendo algo inédito: Fue laureado con este reconocimiento en cuatro años, todos consecutivos, desde el 2007 hasta la actualidad.
Armin Van Buuren, sin dudas, una leyenda viviente.